Lo más fácil en la vida

Que difícil es recorrer el camino de muchos líderes y sabios que dejaron huellas en la humanidad, aún cuando estos abrieron la senda y nos hicieron más simple el camino, nos dieron herramientas y nos marcaron por donde ir. Que difícil había sido el camino más fácil, pero que fácil es el camino más difícil, que difícil es darnos cuenta que podemos ayudar a mucha gente con acciones que nos parecen difíciles y cuando nos ponemos en acción nos damos cuenta que es todo lo contrario.

Que fácil es ser del montón, que sencillo es ser alguien que no tiene ideas nuevas o que mejora cada una que a alguien se le ocurre, que fácil es compartir sentimientos de frustración, dolor y rabia pero que difícil compartir amor, abrazos y frases motivadoras, que fácil es orar y dejarlo todo en manos de Dios pero que difícil es pedirle fortalezas para ponernos en acción y no desmayar en el intento de hacer algo por el prójimo, que fácil es tener muchos amigos y que difícil hacer verdaderos amigos cuando quieres tenerlos, que fácil es ser una aguja perdida en un pajar, es sumamente fácil aceptar una conversación trivial que no nos aporta en lo más mínimo, que fácil es la monotonía, hacer lo mismo todos lo días aunque no nos guste pero que nos acostumbramos a eso, que fácil es decir sí a todo lo que nos sugieren para no quedar mal frente a los ojos de quienes “nos quieren ayudar” o que fácil es decir que no a una gran oportunidad en la vida solo porque nos da pereza escuchar una buena oferta o distinguir entre varias y elegir una para mejorar nuestro futuro y el de muchos.


Ayer tuve un sueño, soñé que no soñé nada, mas bien una pesadilla, porque no quiero imaginar que todo lo que sueño sea real y que todo lo real anule mis sueños; porque puedo soñar muchas cosas y puedo decidir los sueños que quiero hacer realidad en cambio el dejar de soñar impediría ser la realidad que quiero ser.

Que difícil es decirme a mi mismo, todas mis verdades; que fácil había sido lo mas difícil.

Trabajar por tus sueños es como lanzarte al vació, tienes que tener una total confianza en ti mismo; ¿es imposible?...claro que no!!!

Persistencia

Al apasionante mundo del Network Marketing tu ingresas porque tienes metas muy grandes, optaste por esta alternativa porque estas seguro que hay grandes oportunidades de crecimiento que se pueden conseguir desarrollándote personalmente, que tienes que pulir cada uno de tus talentos para que puedas brillar en un futuro cercano como solo tu te lo imaginas; quiero decirte que no estas equivocado, pero algo que debes aceptar es que hay que trabajar por ello y dependerá del grado de esfuerzo, dedicación y constancia que estés dispuesto a aportarle a tus sueños, a ti mismo, pues depende solo de tu esfuerzo, dependes de ti mismo.

Hoy me dijeron ¡NO! en cinco oportunidades y no necesariamente en mis negocios, soy consciente de que en el Mercadeo en Redes no se buscan clientes, se buscan Socios de Negocios y debemos entrenarnos para recibir respuestas positivas, pero mas allá de los emprendimientos, uno de los "no" que recibí fue para el entrenamiento previo a una maratón, acordamos reunirnos para practicar trotes livianos y con compromiso de por medio mi compañero puso una excusa, vas a escuchar muchos justificativos de personas que no tienen tu mismo enfoque, es algo muy natural.

Debes entender que no todas las personas tenemos el mismo entusiasmo, emoción, o firmeza en las actividades que programamos, de todas formas me he dado cuenta que ahora puedo manejar esta situación para no sufrir traumas emocionales o bajones anímicos; la respuesta clara, esta en que el mundo es inmenso y cuanto mas personas conozcas mas agradable se hace tu trabajo, aprende a manejar tus emociones y se siempre positivo, en otras palabras aprende a aceptar el "no" pero trabaja para no convivir con el, esto se consigue con algo que Jim Rohn le llama "trabajar en uno mismo" tenemos que valorarnos, hacernos mas valiosos desarrollando nuestras aptitudes significará ganarnos el respeto y la admiración de mucha gente.

Así de chiquitos empezamos todos